martes, 31 de octubre de 2017

"ESPAÑA NOS ROBA" ¿España nos roba? Sobre Cataluña y otras naderías.

«España nos roba» Es la gran fantasía inventada por y para la propaganda política. Este aserto, poco original pero potente, se ha convertido en un eslogan que, a fuerza de martillear, ha ido calando en las mentes más febriles del independentismo. Un eslogan muy al estilo de Cambó y su Liga Regionalista, la exageración contribuye al crecimiento de un sentimiento catalanista.
                
           Y digo que el aserto es una completa falacia-fantasía por lo impreciso, por lo que tergiversa una realidad y por lo irracional. Si nos basamos únicamente en la cuestión económica queda ésta muy confusa y muy confundida. El baile de datos de un lado y otro es abrumador pero el baile de empresas pone de manifiesto que no hay ningún robo. ¿Alguien se marcharía allí a dónde le roban?

«España nos roba» Esta generalización es en sí misma, además de todo lo dicho, es un despropósito, insuficiente y pueril que ignora, alevosamente o por desconocimiento, los diferentes pueblos que forman el Estado español. Es en sí misma una falta de respeto a esos pueblos y a sus naturales.

Pero ¿es España quien roba? ¿España, los españoles o es el gobierno central y entonces no es España? ¿Esto quiere decir que cada ciudadano del Estado nos hemos convertido en ladrones que robamos indiscriminadamente a los ciudadanos de Cataluña? ¿Quieren decir que España es todo lo que rodea a Cataluña por el oeste y por el sur? ¿Ignoran de nuevo alevosamente o por desconocimientos las otras realidades-naciones históricas? ¿Y no tendrá este «desconocimiento» intencionado la finalidad de alimentar un movimiento ideológico o político?

Pero ¿esto ha sucedido siempre o es cosa del PP? ¿O también fueron los socialistas? ¿O fue la democracia? ¿La dictadura también? ¿O esto viene de siglos? Porque España, lo que se dice España eran reinos —cinco—.

Si no recuerdo mal, el decreto del 26 de mayo de 1943 le otorgaba a Cataluña y Valencia la exclusividad de la realización y participación en las ferias de muestras nacionales e internacionales.  ¿Era España entonces o no lo era? Y si hacemos un repaso al interior de la península —mediados del siglo XX— es fácil deducir quién, o mejor dicho quiénes, fueron favorecidos por una política industrial y comercial, seguramente destinada a contentar a pueblos de historia insurrecta. Tampoco hay que olvidar el papel desempeñado por la burguesía en el periodo republicano y el apoyo de muchos de ellos al régimen franquista. Y ¿hablamos de Barcelona 92?

La balanza puede no ser satisfactoria para algunos, pero la acusación de «España nos roba» se cae por su propio peso. Por todo ello y por mucho más, que está escrito en la historia, el aserto de «España nos roba» es una jugada política tanto para alimentar una ideología, y más aún a unos políticos que, como se está viendo, buscaban más chupar del frasco que defender el interés general de unos ciudadanos a los que decían representar y a los que ahora han abandonado.


                © El embegido dezidor.

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