¡Yumi quiere tocar la batería! Y es aquí donde se encuentra el
epicentro de una historia que comienza con la presentación de su protagonista,
una niña que quiere ser músico, y que nos va desgranando a lo largo de la novela
cómo es el mundo que la rodea, su mundo.
Puede que, tras esta pequeña pincelada, cause alguna
decepción al no tratarse su protagonista de una youtuber o una influencer,
aunque bien podría serlo, pero no hay que negar, y más tras ver la portada
propiedad del propio autor, que el libro despierta una curiosidad que es
necesario satisfacer.
«Yumi y su banda» es una novela que se aleja de postulados
moralistas, y lo hace también de inmoralidades, que no son tiempos para dejar
coleando ideas inacabadas que puedan transformarse en armas dialécticas
arrojadas contra el autor o contra quien escribe esta página. Se trata, pues,
de un texto alejado de una literatura normalizada, alejado de formulismos y
formalismos, lo que se agradece en tiempos en los que la libertad está tan
alambrada. J. A. Olloqui, se sirve de un lenguaje fresco, a veces desvergonzado
e irreverente que arrancará sonrisas que no conocen edad, aunque serán los
pequeños quienes, de manera más gratificante, disfruten de esta novela.
La novela tiene como finalidad entretener y Yumi lo
consigue. Es uno de esos libros que los niños y niñas podrán leer de corrido
sin buscar más aprendizajes y/o moralejas que el placer de la propia lectura y,
Yumi, muy bien podría ser uno de esos libros «gancho» que enganchen a sus
lectores.
Leyéndolo todo parece concebido para que la historia continúe y así
debería ser, pues Yumi, si su autor así lo quiere, pude ser una de esas grandes
aventuras presentadas en entregas.
© José Carlos Atienza.
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