La tensa situación vivida en los últimos días en las escuelas infantiles, en las que las diferentes iniciativas han puesto en pie de guerra a familias, educadoras, personal directivo de las escuelas, empresa y ayuntamiento, han conseguido que las principales partes implicadas en estos hechos o para mejor denominarlos, despropósitos, se pongan manos a la obra en busca de soluciones que satisfagan a todos o a una amplia mayoría.
Las escuelas infantiles, en connivencia con el Ayuntamiento estudian la elaboración de un plan de rescate, un plan de salvación consensuado que pueda poner un suave colchón a esta situación. Ambos, actuando por distintos caminos confluirán en uno mismo, un mismo objetivo, siempre teniendo a las escuelas como prioridad al menos hasta la resolución del concurso.
Por tanto, parte de esas iniciativas a la espera de ser acuerdos se enumeran a continuación.
Las escuelas infantiles se comprometen:
–Ante la situación de falta de liquidez y de amenaza de sostenibilidad del modelo actual de gestión de las escuelas, estas elaborarán retenes de padres y o familiares de los niños matriculados, que según cuadrante, asumirán los fines de semana y días alternos las labores de limpieza y desinfección de las escuelas. Para el desarrollo de la actividad se requerirá personalmente a cada familia los utensilios y productos necesarios para poder ejecutar con éxito y efectividad su trabajo.
– A que cada familia, no pudiendo las escuelas garantizar los alimentos para los pequeños, llevará junto con su hijo y a diario, una mochila equipada con los alimentos necesarios para cubrir sus necesidades, así como la logística necesaria para el desarrollo normal de un día en la escuela. Rollos de papel, pañuelos, papel higiénico...
–A duplicar, si es necesario el horario de las educadoras para poder prestar mejor atención en los diversos horarios ampliados. No puede comprometerse a ampliar el personal, a buscar educadoras de apoyo porque el dinero que estaba reservado a tal efecto se lo ha llevado el egoísmo de las educadoras por cobrar fuera como fuera sus salarios.
–Las escuelas infantiles solicitarán a la asociación “Las nieves”, u a otra similar, una generosa cesión de perros de raza, perfectamente adiestrados, para suplantar las posibles bajas voluntarias o forzosas de las educadoras ante la creciente dificultad de encontrar inocentes trabajadoras dispuestas a trabajar gratis, dispuestas a sacrificar sus salarios para hacer más grande a Navalcarnero.
–A buscar voluntarias en la Cruz Roja para que mantengan vigiladas las aulas mientras se producen las rotaciones de las educadoras, garantizando que dichas rotaciones se efectúan con absoluta garantía sin peligro para la integridad de los pequeños y de las propias educadoras. Ya no habrá que correr por los pasillos a la vez se evitan los tiempos de soledad para los más pequeños.
A su vez, el Ayuntamiento, en agradecimiento por la colaboración que estas escuelas le han prestado haciendo partícipes a las familias en la defensa de los intereses de la empresa y de los suyos en una interactividad sin parangón, se compromete a:
–Solicitar en el próximo pleno del Ayuntamiento una partida presupuestaria que estaría destinada a invertir en juegos y loterías del Estado como una forma extraordinaria de financiación con la nada desdeñable aportación del 50% del total de lo ganado para las escuelas hasta que se encontrase una solución al concurso.
–Crear una O.N.G., cuyo nombre en principio sería “Save Navalcarnero” que pueda actuar primero a nivel nacional y más tarde extenderse internacionalmente, destinada a recaudar fondos con los que poder financiar, no sólo las escuelas, sino también reflotar de sus deudas a este pueblo. Para ello, se comenzará con una humilde caseta expuesta cada segundo domingo de cada mes, aprovechando el mercado de artesanía, donde, con carteles llamativos al uso, creados por el alumnado de las escuelas infantiles y sus educadoras – que salen gratis – reclamar la atención de turistas y personas compasivas que tengan para bien reconfortar sus almas generosas con la aportación de una dádiva.
Se recogerán todos aquellos donativos en metálico, alimentos u otras ocurrencias de familias condolidas que se solidaricen con las familias de los pobres niños de estas escuelas.
El ayuntamiento a cambio de las generosas aportaciones, se compromete a la creación de una rotonda en la que aparecerán tallados sobre granito o mármol, el nombre de todos los sacrificados navalcarnereños y foráneos que, en una gran demostración de solidaridad, han ayudado desinteresadamente a su alcalde y a Navalcarnero a mantenerse un mayor tiempo a flote. Les cederá a su vez una participación económica de esa rotonda que pasará a ser propiedad de todos aquellos participantes y que podrá ser heredada por sus sucesores.
–A crear, con los trabajadores municipales despedidos, un grupo de teatro que les libere de la sensación de opresión del paro. Será un grupo itinerante, que irá recorriendo las distintas localidades del Estado español actuando según demanda. Será una obra en la que se expondrán con meridiana claridad y sentido del humor, la vida de unas educadoras infantiles obligadas a trabajar sin cobrar cuyos maridos o parejas, por su falta de trabajo, por engordar las listas de paro, caerán bajo los efectos de una enfermiza envidia hacia sus mujeres o parejas porque ellas tienen al menos un trabajo en el que matar el aburrimiento, en el que sentirse realizadas.
–Crear una empresa municipal de merchandising. Se admitirán diseños de voluntariosos vecinos del pueblo que voluntariamente cederán junto a sus creaciones los derechos de autor que estas pudiesen generar. No habrá ni distinción ni discriminación, se considerarán importantes todas las manifestaciones artísticas de todas las especialidades posibles. También la fotografía con la elaboración de chapas, calendarios con ilustrativas y sinuosas fotografiás de los empleados municipales en posturas hasta ahora inverosímiles con la ropa como secundario protagonista. Un reclamo, no sólo para oriundos de Navalcarnero, sino también y especialmente para turistas ávidos de sensaciones nuevas más allá de la cultura culinaria y o urbanística y más acordes con el acervo popular pegado a programas de prensa amarilla.
–A la instalación de un puesto fijo en el rastro de Madrid en la que se venderán productos de la marca “Navalcarnero”, así como dibujos, y artesanía infantil en barro o en cualquier otro material realizados por el pequeño alumnado de dichas escuelas bajo su nuevo programa educativo y de regeneración económica “valemos lo que creamos”.
Sabemos que no se llevarán a cabo estas iniciativas, no por ello deben descuidarse y muy probablemente, en algún momento, cuando la desesperación y la falta de ideas se erigen desgraciadamente como el único sólido que puede acompañar a un plato repleto de un quejumbroso vacío, han pasado por la cabeza de algún o alguna ilustre cabeza del gobierno de este pueblo que busca en la creatividad la solución económica. Seguramente la ilustre cabeza se ha moldeado en un centro educativo privado, de ahí el sistemático recurso al despido y a la desafección.
El embegido dezidor.
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