miércoles, 1 de abril de 2020

LA ESPAÑA DE SIEMPRE ¿Aprenderemos alguna vez?. INTERREGNOS.


       
      
       La península ibérica a lo largo de la historia ha sufrido algunas invasiones de buen calado histórico. En todas ellas, romanos, musulmanes y franceses, y en otras de menor trascendencia, los invasores contemplaron, desde la estupefacción y más tarde desde una reconfortante alegría, cómo los pueblos de la península dirimían sus diferencias, siempre insalvables y siempre inacabables, a tortas. Las invasiones siempre resultaron fáciles y todas ellas tuvieron el mismo final: fracasaron. Y lo hicieron porque después de años de dominación, los invadidos tuvieron un objetivo común, inapelable e irrenunciable.

      De nuevo España, fiel a su historia, para no desmerecerla o para no olvidarla, vuelve a repetirla. Los momentos actuales, tan parecidos a aquellos de hace más de dos mil años con los romanos, o hace doce siglos con los musulmanes, vuelven a estar de actualidad.
           
     Ahora, ante esta nueva invasión tan rápida y sencilla, el español, que debe tener una querencia secreta hacia el masoquismo, parece disfrutar empeorándolo todo hasta sus últimas consecuencias, y uno duda, de si es por un desvío genético, por su estupidez o porque así la gesta es más impresionante y hay algo de lo que presumir ante las generaciones venideras. En cualquier caso, debe ser entonces cuando, guiado más por el sentimiento que por la cabeza, encuentra el fin que justifica los medios y comienza su lucha, primero la resistencia y luego la victoria.
           
         Y ahora, cuando la invasión da sus grandes estocadas, fieles a nuestro pasado, volvemos sobre los mismos errores, como si no quisiéramos aprender de nosotros mismos. Ahora esta invasión nos vuelve a coger divididos, y esta vez no son solo los pueblos, que también, sino que se añaden las ideologías, los gremios, las asociaciones, los privilegiados, los explotadores, los explotados, los funcionarios, los autónomos, los empresarios, los iluminados, los sabiondos y los cretinos. Demasiados frentes para luchar contra un enemigo común. ¿Aprenderemos alguna vez?


© José Carlos Atienza. Abril 2020.

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