¿Quién no se ha sentido
alguna vez inmerso en una vida ajena, en una vida que no le pertenece y aún
peor, en una vida prestada?
En “Biografía de un
cuerpo” queda plasmado este dilema en la figura de Marcos. Un protagonista que
nos trasmite una querencia natural que le hace cobrar vida más allá de las
páginas del libro y se instala en nuestras propias vidas, extrayendo de la
memoria el moho que dejamos arrinconado en nuestro pasado y que intentamos
ahuyentar con la ignorancia o la indiferencia, pero las preguntas, en su
versión más incisiva y dolorosa, regresan como si el tiempo no las hubiese
desgastado para hacernos zozobrar en nuestro actual presente. ¿Fueron las decisiones
adecuadas y qué hubiera sido de nosotros si aquella decisión hubiese sido otra?
“Biografía de un cuerpo”
resulta un libro íntimo e intimista y transparente a la vez en cuyas páginas se
van desbrozando los sentimientos del protagonista a través de un lenguaje
pulido, conciso y a la vez sencillo. Las descripciones, abundantes y acertadas,
son como un proyectil que viaja directamente a instalarse en el corazón que va
a ir sufriendo a medida que las páginas se van consumiendo.
El libro nos deja
desnudos ante nuestra propia guerra interna y el lector, carcomido por los demonios
de Marcos, se preguntará, con un prurito de venganza en su conciencia, si la
decisión de Marcos ha sido acertada o no, y se imaginará, irremediablemente,
porque así es la prosa de esta laureada autora, la otra vida de Marcos en
paralelo a la vida propia.
Tras alcanzar su final en
la última página, no es el final para el lector o al menos no debería serlo.
Final que queda planeando en la ductilidad del futuro. Un final solo alcanzable
y que únicamente mostrará su verdad, cuando la luz se extinga entre los ecos de
una vida intuida que ha crecido en la imaginación paralela a la vida real.
Para finalizar,
“Biografía de un cuerpo” es un libro desgarrador, cargado de emociones que no
debe dejarnos indiferentes. Es una gran enseñanza para los jóvenes que empiezan
a labrar su futuro y para los adultos que muchas veces buscan en sus retoños
aquello que ellos no fueron.
No me cabe duda que, en
este libro, Marcos podría haberse llamado Mónica, del mismo modo que Mónica
vive en Marcos, y sin lugar a dudas, permítaseme esta licencia, “Biografía de
un cuerpo” es un libro extraordinario.
© J.C Atienza.
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