lunes, 4 de noviembre de 2013

DE NUEVO PINTADAS EN LAS FACHADAS DE NAVALCARNERO.

La estupidez ha hecho acto de presencia de nuevo en las calles de Navalcarnero. Algún cerebro sombrío, seguramente huido o expulsado de algún camposanto, ha entrado en Navalcarnero, aprovechando la cutrería de Jalogüín, para dejar sobre las paredes del pueblo parte, o el todo, de su ilustre pensamiento y su ilustrativo proceder y así, no ser menos cutre en una noche especialmente cutre.

Escribir palabras, sean las que sean, en las paredes de un pueblo o ciudad, es ignorar que a las alturas en la que nos encontramos de la evolución o involución de la especie humana, resulta cuando menos un ejercicio ridículo e insensato, más aun, teniendo medios como las redes sociales mucho más efectivos para la propaganda y la divulgación informativa.

Ya va siendo hora que nos demos cuenta que las fachadas son tan inútiles para transmitir información a los ciudadanos como lo son los mítines políticos, – sólo asisten los convencidos – con el agravante que, pintadas como estas, avergüenzan incluso a aquellos que se sienten identificados con esas ideas o formaciones políticas que las defienden.

Flaco favor le hace por tanto a la República el autor de estas pintadas, puesto que para que cualquier movimiento político – social triunfe es necesario que vaya acompañado de un nivel intelectual de quien lo propaga y divulga, y desgraciadamente no es el caso de quien ha confundido folios por paredes. La falta de respeto a sus vecinos, a los edificios e incluso al buen gusto, me hace temer que este individuo, algún día, pueda desempeñar cargo o beneficio. No se trata pues de un republicano, sino de una víctima más del neo-vulgarismo imperante en esta sociedad, y lo que es peor, actitudes y aptitudes como las demostradas por el autor de dichas pintadas es hacerle el juego a este gobierno.

Pero aún resulta más insultante para aquellos nostálgicos de la República y por los que esperamos su pronto advenimiento, que uno de sus defensores, que no sé si pasea, trota o rebuzna por las calles de Navalcarnero, muestra sin pudor su pobreza intelectual al escribir REPÚBLICA sin tilde sobre la U.
Es posible que REPUBLICA sea un nuevo movimiento político-social y todavía no me haya percatado de ello, pero desde luego, utilizar la misma palabra sin la tilde es a todas luces un desacierto. Crea confusión y no queda muy claro cómo pronunciarla.

J.C Atienza.  

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